INTRODUCCIÓN



A finales del mes de enero tomé la decisión de prepararme para hacer el Camino de Santiago. Siempre ha sido un sueño que durante muchos años me ha acompañado y que, en el fondo, me asustaba. La idea de afrontar un recorrido tan largo y durante bastantes días seguidos me generaba dudas e incertidumbre. Pero llega un momento en el que las situaciones laborales, familiares y económicas te permiten afrontar este sueño, y debes de tomar una decisión.

A partir de ese momento tu subconsciente no te va a dejar relajarte. Ni por el día, ni por la noche. Es tal la gran cantidad de dudas que se te vienen encima, que no hay día en el que dejes de pensar en éllo. Son muchas las cosas que debes de preparar, las preguntas que te haces y la gran cantidad de información que buscas.

Al decidir hacer el Camino a finales del mes de mayo, sabía que pocas personas podrían acompañarme. Además, con varios meses por delante, podrían trastocar este sueño asuntos laborales, familiares, etc. Pero la decisión ya estaba tomada: lo iba a hacer solo y empezaba la cuenta atrás.

Antiguamente, los peregrinos salían desde sus propias casas e iniciaban así su propio camino. Mi primera idea fue empezar desde la puerta de mi casa, y hacer el Camino de Madrid. Ése ha sido siempre mi planteamiento para iniciar una ruta; buscar alternativas para enlazar localidades por caminos prescindiendo, siempre que se podía, de las carreteras. Y, entre otras cosas, el Camino te ofrece éso. Te plantea un largo recorrido lineal en donde cada día vas a hacer una ruta nueva.


Sabias palabras de mi mujer me hicieron cambiar de opinión. Al ir solo, era más interesante realizar el Camino Francés debido a su gran infraestructura de alojamientos, de señalización, y con una concurrencia enorme de peregrinos. Así fue como decidí empezar en Roncesvalles.





Tras documentarme a través de libros, guías, blogs, web, etc…,  tuve claro que mi camino tenía que ser una aventura. Una gran ruta a lo desconocido condicionada por la orografía del terreno, por las variables meteorológicas y por mi estado físico. Siendo prudente, planteé cubrir los 790 kilómetros que separan Roncesvalles de Santiago de Compostela en 11 etapas. Para ello, me ayudó bastante la Guía de Alojamientos y Servicios publicada por la web de Bicigrinos. Fui cauto y decidí ajustar las primeras etapas al kilometraje y localidades finales que proponía esta guía; dependiendo de cómo se fuera adaptando mi cuerpo, iría modificándolas.

En las rutas que en mi tiempo libre realizo, recorro largas distancias, pero nunca las he realizado dos días seguidos. Y esa cuestión me preocupaba. Pero además, iba a realizar todo el recorrido con bastante peso. Eso me llevaba a tener que cambiar mi forma de pedalear y de concebir el uso de mi bicicleta. Iba a utilizarla como medio de transporte, iba a hacer cicloturismo y la reserva de fuerzas y ahorro de energías en cada etapa iba a ser fundamental.

Cuando eres neófito en un tema, lo mejor es dejarte aconsejar por quienes tienen experiencia. De esta forma, y tras volverme casi loco, configuro la lista de todo lo que debo de llevar pensando siempre en intentar reducir peso. 
  

LA LISTA:


DOCUMENTACIÓN:

DNI, Permiso de Conducir (por si hubiera que volver en coche)
Tarjeta Sanitaria y Tarjeta de crédito
220€ en billetes de 10€
Llaves de casa + llaves de candados
Billetes de bus mío y de la bici
Reserva en Colegiata de Roncesvalles
Credencial del Peregrino (recogida en Iglesia de Santiago)
Planos plastificados sobre 11 posibles etapas
Fichas de planos del recorrido total de peregrinos.
Guía de servicios de Bicigrino
Guía completa de Eroski-Consumer

ROPA:

2 Culotes y 3 Camisetas ciclistas
4 calcetines y 4 slip
2 camisetas técnicas (para dormir y para salir a la calle)
1 pantalón bermuda muy fino
1 pantalón largo muy fino (tipo chándal)
Chaqueta impermeable cortaviento
Un chubasquero
Chanclas, sandalias y botas ciclistas
Casco, gafas y guantes
Chaleco corto reflectante
Un buff
Manguitos para los brazos

ASEO E HIGIENE:

Kit de Decathlon con protector solar, afther y crema labial (todo pequeño)
Tubo pequeño de gel.
Desodorante rollón 50 gr. Frasco pequeño de colonia 1/3
Crema Natusán y crema Traummel (para el culo)
Cepillo de dientes y dentífrico pequeño.
Jabón y cuchillas de afeitar
Ibuprofeno
Dos juegos de tapones para los oídos.
Toallitas húmedas tamaño pequeño + un paquete de pañuelos de papel
Toalla de fibra
Toallitas desinfectantes.

ALIMENTACIÓN:

Tubo pastillas efervescentes magnesio-potasio-vitaminas
Pastillas de glucosa y sobres de preparado isotónico
Geles, y comida energética para los primeros días

HERRAMIENTAS:

Dos cámaras normales (lleva puestas dos antipinchazos)
Parches, pegamento y desmontables
Multiherramienta con tronchacadenas
Herramienta multiusos y bridas
Llave 9-10 (para ajustes sujeción portabultos)
Navaja multiusos
5 mt. de cuerda fina y cinco pinzas de tender
Bomba
Bote pequeño de aceite cadena
Brocha y cepillo viejo de dientes
Trapo
3 bidones (uno en las alforjas con útiles)
Pata de cabra
Dos cadenas-candados
Un palo de selfies
Un ladrón triple.
Dos pulpos

VARIOS:

GPS Garmin Dakota 20
4 baterías recargables + cargador
Reloj cuentakilómetro
Teléfono móvil + cargador
Funda para las alforjas
Portaobjetos para colgar las alforjas
Saco de dormir e inflable de almohada
Esterilla de espuma

PESO total en la salida:

Alforjas: 8 kg.
Bolsa manillar: 1,300 kg.
Útiles varios: 2 kg

TOTAL, con la bici: 26,900 Kg.



Y con ésto, finalizo los preparativos previos. Ahora solo queda organizarlo para emprender el viaje. Si es mucho o es poco, si me olvido de cosas importantes o llevo artículos innecesarios, lo sabré en el transcurso de los días. En las conclusiones finales lo comentaré y veré si acerté o no.

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