ETAPA 8

06 de Junio de 2015

ETAPA 8

TRIACASTELA - MELIDE

86 Km. 


Algún día dirás "no fue fácil", pero lo lograste.



    
             
6:00 horas. Tal y como habíamos acordado, empieza nuestro nuevo día. Quizás sea la práctica adquirida durante todos estos días para guardar todo el equipaje en las alforjas, pero noto inquietud y un grado de alegría impropio para esa hora. Poco tardamos en abandonar el albergue para ir a tomar un café a una cafetería cercana.

Sabemos que nos quedan solamente dos días para finalizar nuestro viaje. Demoramos la salida. Hoy voy a pedalear en grupo. Quiero disfrutar de la compañía de estas “tres máquinas de Villarreal”. Paco, Javi y Pedro, buenas personas. Todo preparado. Arrancamos con nuestro penúltimo día.


LA RUTA:


Ayer nos planteamos la etapa de hoy con final de llegada en Melide. En cuanto salimos de Triacastela el Camino nos ofrece dos opciones: por la derecha en dirección a San Xil, o por la izquierda en dirección a Samos. La Guía de Bicigrino deja claro que opción nos conviene más: Samos.

Vamos rodando al principio por la carretera, pero pronto entramos por caminos y senderos, pasando por varias aldeas antes de llegar a Samos. El Camino nos va diciendo que no nos va a regalar una sola pedalada en toda la etapa. En cuando finalizas una bajada, te espera una subida. Y así, constantemente.




El camino nos va introduciendo por espesos bosques y por caminos paralelos a la carretera. Los va alternando, pero sin ofrecer una sola zona llana. O subes, o bajas. De esta forma nos plantamos en Sarriá. Mucho movimiento de peregrinos se observa. Sarriá es un punto carismático del Camino. Es el lugar donde muchos peregrinos que van andando inician su camino. Está situado a unos 115 km. de Santiago de Compostela.

Para que a la llegada te convaliden tu Credencial y seas “merecedor” de la Compostela, los peregrinos que van andando deben acreditar haber realizado un mínimo de 100 kilómetros. Por eso, Sarriá es un lugar estratégico en todo el Camino. Se ven peregrinos que llevan muchos kilómetros en sus botas; otros que van ligeros de equipaje (trasladan sus mochilas servicios contratados); otros que los trasladan en autobuses de pueblo  en pueblo, van de turismo.

Pues en Sarriá nos encontramos a dos conocidos ciclistas. Dos italianos. Yo me los encontré saliendo de Pamplona y les ayudé a retomar el camino con mi gps. Pedro, Javi y Paco también coincidieron en otro momento con ellos. Aprovechamos el momento para tirarnos unas fotos de recuerdo y les facilitamos los datos de nuestro albergue en Melide.


Sarriá



Así, abandonamos Sarriá y nos despedimos de los italianos puesto que iban a entretenerse algo más.

Salimos por senderos y caminos sombríos. Es un buen recorrido para días de calor. Mucha sombra, frescor y…bajadas y subidas. Pero si quieres disfrutar de paisajes y lugares con encanto, tienes que entrar por estos caminos.





El paisaje es asombroso, las fuertes subidas desgastan pero te acostumbras a ellas. Sabes que luego descansarás un poco en las bajadas. Los valles, las aldeas, los bosques, etc… Es un placer rodar por estos parajes. Difícil poder fotografiar todo lo que ven tus ojos.

En medio del bosque, y en la bajada de un pequeño camino, nos encontramos a un gaitero bajo un viejo y gran roble regalando los sonidos de Galicia a los peregrinos. Es un momento mágico. No lo esperábamos. Decidimos parar y disfrutar de ese instante. Se ha ganado una buena propina y nos llevamos unas fotos de recuerdo.





Aún con el pensamiento del gaitero, pasamos junto a un hito en donde hay un grupo de peregrinos fotografiándose. Es el KILÓMETRO 100. Para ellos es el punto clave. Nuestro punto va a llegar 500 metros más adelante. Una pequeña aldea, A Pinza en el kilómetro 99,500, nos ofrece un curioso lugar. Un antiguo hospital creado en el S. XII como hospital de peregrinos. Ahora se llama Casa Morgade y va a “cuidar” de cuatro peregrinos en bicicleta con su mejor medicina: jarra de cerveza y empanada gallega. Son las 10:00 horas y toca desayunar.


Casa Morgade





Estamos en Galicia. No tenemos prisa. Queremos disfrutar de todo lo que el Camino nos va ofreciendo. Los Caminos tienen una gran concurrencia de caminantes. Los paisajes se suceden. Que difícil fotografiar todo.







Siguen sucediéndose las largas bajas y fuertes rampas. Las espero y las subo. El olor, el frescor, las preciosas imágenes que se suceden por cualquier lado que mires, nos van acompañando. Nos aproximamos a una de las localidades importantes de esta Etapa, Portomarín. La antesala es el puente sobre el río Miño.



Río Miño

Portomarín


Salimos de Portomarín por un cerrado bosque que nos “regala” una tremenda ascensión. Posteriormente, nos toca rodar cercanos a la carretera, la cual vamos cruzando repetidas veces, hasta perdernos por bosques cerrados. Atravesamos muchas pequeñas aldeas que nos ofrece su aroma a ganado y a establos.

Tras recorrer bastantes kilómetros llegamos a Palas de Rey. Cruzamos por su travesía en un rápido descenso. Pero tenemos que parar para socorrer a un niño que se cayó con su bici. Un poco de sangre que se limpia y, tras sacarle una sonrisa, continuamos nuestro camino.

El trazado de esta etapa es engañoso. No tiene grandes cotas a las que ascender; pero muchas veces cansa menos una buena tachuela que múltiples subidas. Es una etapa de un continuo tobogán. Y voy notando el desgaste. Por eso, después de pasar por Palas de Rey y tras comprobar que los toboganes siguen sucediéndose, les indico a mis compañeros de etapa que la voy a finalizar por la carretera. No quiero desgastarme por completo y desfallecer.

El resto de mi etapa es tranquila. No por circular por un ancho arcén de una carretera con muy poco tráfico el camino se vuelve llano. Se sigue ascendiendo pero puedo hacerlo con un ritmo constante.

Llego a Melide y, para variar, la entrada al pueblo es “otra larga ascensión”. Localizo el nuevo alojamiento, AlbergueSan Antón. Me da tiempo de registrarme y ducharme antes de la llegada de Paco, Pedro y Javi. Vemos llegar a los dos italianos. Tras lavar la ropa, nos vamos a completar otra de las tradiciones del Camino. Vamos a comer el pulpo en Casa Ezequiel.




Casa Ezequiel (Melide)


Son las 16:00 y no hay problemas para comer. El resto de la tarde lo vamos dedicando a hacer algo de compra para prepararnos la cena (empanada, ribeiro, etc) e intentamos arreglar el portaequipajes que se le ha roto a Paco. Un pequeño percance que es solucionado con un tornillo que le facilita un zapatero. Todo tiene solución.


Melide


Mosaico realizado con corteza de pino teñida


Es la noche de la final de Champion. Mientras cenamos, la primera parte no la vemos. Estamos enfrascados en nuestras conversaciones. Catalanes e italianos están bulliciosos. Vemos el final del partido y los italianos se van tristes. Yo me voy satisfecho. El cuentakilómetro me dice que he cubierto una distancia de 86 kilómetros por una zona idónea para la práctica del mountain bike

Vamos a cerrar el penúltimo día. Acordamos que a las 6 nos levantaremos y nos acostamos esperando nuestra última etapa.


       
FACEBOOK

Seis de la mañana. Abro el teléfono y me encuentro con unas entrañables palabras de Susana desde Singapur. Gracias prima.

Así empieza mi mañana. 

A lo largo del camino he ido conociendo a mucha gente. Coincidiendo en los albergues, pedaleando, cenando.... Dije en comentarios anteriores que el Camino te da y te quita y nada vas a poder hacer para impedirlo. Y como anécdota diré que el primer día en Roncesvalles coincidí con tres muchachos tan nerviosos por empezar como lo estaba yo. Pero todo lo habían cerrado y le di una botella de agua a uno de ellos para que pudiera llegar hasta la primera fuente.

Esto no dejaría de tener importancia salvo que he vuelto a cruzarme con ellos y, además de ir reservando los albergues juntos. Hoy he tenido el privilegio de hacer una etapa acompañado. Y no he podido evitar acordarme de mis compañeros de rutas ciclistas. Para los amantes del MTB, la etapa de hoy es un paraíso.

Hemos.empezado en la provincia de Lugo y acabado en A Coruña. Estamos en Galicia. Hoy he colgado algunas fotos de las zonas por las que hemos pasado. Si utilizas todos tus sentidos para absorber toda la información que te llega, dirías que Galicia es verde, es húmeda, son montañas y arroyos, Galicia es río y manantial. Galicia son subidas y bajadas, bajadas y subidas. Es aroma a eucalipto, a ganado, a estiercol. Galicia te emborracha la vista con sus paisajes, sus valles, sus sendas, sus caminos y sus gentes. Y todo ésto lo vives cuando te alejas de la carretera y el camino te introduce por bosques sombríos, por zonas de serrerías y campos de ganado.

Cuando en estas circunstancias y embriagándote de estos parajes te encuentras bajo un viejo roble a un gaitero deleitándonos con su música, sabes que estás en el momento mágico del día. 

Por eso hoy es otro día especial, porque vamos relajados y disfrutando de Galicia. Porque ya no tenemos prisa. Porque nos da igual llegar a la hora que sea. Porque mañana: LEGAMOS A SANTIAGO.

Porque se nos acaba esta maravillosa aventura en la que he disfrutado enormemente rodando solo, y las dos últimas etapas, las voy a hacer acompañado.

No se si se podrá apreciar la belleza de los lugares por los que hemos pasado, pero su recuerdo no me lo quitará nadie. 

La emoción de llegar al kilómetro 100 y celebrarlo a las 10 de la mañana con una empanada gallega en una pequeña aldea. O llegar al final de la etapa en la cuna del pulpo gallego: Melide. Y como no, celebrarlo en casa Ezequiel.

El Camino te da y el Camino te quita, y mañana me regalará mi sueño deseado. Pero para eso, hay que descansar y hay que intentar dormir. 

Reitero mis gracias a todos por vuestros comentarios y apoyo en la distancia. Pero ya queda poco para vivir y contar las sensaciones que te regala el Camino. Disfrutaré del último día como si fuera el primero. 

Hasta mañana


FACEBOOK: GRUPO BICIGRINO


La etapa que he finalizado hoy es de las mas bellas y engañosas del camino. Un viaje por el interior de Galicia, de Lugo a A Coruña. Rodando por bosques, senderos, aldeas, valles, etc... Una Etapa que engancha y que hace disfrutar a los que nos encanta el MTB. Una etapa si llanos, de sube y baja durante los 88 km que ha durado. Una etapa para sentir los embrujos de Galicia, sus sonidos, sus aromas, sus paisajes, sus gentes, sus bosques, sus arroyos, sus ganados y su gastronomía. La etapa de hoy ha sido TRIACASTELA-MELIDE.

Me ha encantado. Creo que es una etapa para disfrutar y tomarla con calma. Una etapa que cansa, que agota y, finalmente, reconforta. Porque mañana llego a Santiago y podré cumplir mi objetivo.

En Melide me he alojado al lado de la iglesia, Albergue San Antón, calle San Antonio 6. Muy nuevo. Habitaciones de 4 u 8. Jardín trasero con hamacas y sitio para las bicis. Te dan sábana y funda de almohada mas un edredón. Cobran 10 €.

Lo dicho, un día para disfrutar. Empanada y cerveza para celebrar el kilómetro 100. Y el pulpo en Casa Ezequiel.

Y mañana, más. 

  

DATOS DE LA ETAPA

Total kilómetros: 86
Tiempo total invertido: 7 h 43' 48''
Tiempo en movimiento: 5 h 56' 52'' 
Tiempo detenido: 1 h 46' 56''
Velocidad media en movimiento: 14,5 km/h
Velocidad máxima: 51 km/h
Desnivel acumulado ascendiendo: 1755 m.
Desnivel acumulado descendiendo: 1539 m.
Altitud máxima: 731 m.
Altitud mínima: 361 m






PERFIL ALTIMÉTRICO



PLANO DE LA ETAPA



       

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