31 de Mayo de 2015
ETAPA 2
PUENTE DE LA REINA - LOGROÑO
74,60 Km
“Nada
que valga la pena viene fácil”
Muy pronto empieza el día. Son las 6:00 y
los japoneses de la habitación contigua llevan un buen rato
preparando su material. Hoy es un día especial. Hoy toca comprobar como va a
reaccionar mi cuerpo ante otro día sobre la bicicleta, porque nunca he salido
dos días seguidos.
Tras un buen desayuno y la
organización de mis alforjas, voy a por la bicicleta. No soy el único ciclista
en madrugar. Los tres riojanos con los que coincidí viendo el partido y una
mujer, que está haciendo el camino sola, están organizando sus bicicletas. El
Camino hará que vuelva a coincidir con ellos.
LA RUTA:
Salgo por el casco antiguo de Puente
la Reina y solo encuentro a peregrinos cargando con sus mochilas. antes de
salir del pueblo es obligación pararse para contemplar y fotografiar el puente
que da nombre al pueblo.
Arco del puente de peregrinos |
Puente la Reina |
Y es sobre este puente donde vuelvo a
coincidir con los tres ciclistas riojanos: Pedro, Javi y Diego, de
Calahorra. Con ellos rodaré durante bastantes kilómetros.
Los primeros kilómetros, tras salir del
pueblo, son muy engañosos. Había visto el perfil que publica la Guía de
Bicigrino, y para nada se parece con lo que nos encontramos. Una fuerte y larga
subida por un pinar, nos conduce junto a la N-111. Es tan exigente la subida
que en algunos puntos tengo que empujar. Y cuando hemos coronado, sobra toda la
ropa; el cuerpo está empapado y tan solo son las 09:00.
El Camino nos lleva hasta un pequeño y
empinado pueblo de piedra llamado Cirauqui. Como curiosidad diré que al
llegar a una pequeña plaza, el camino nos dirige a un pequeño pasillo bajo un
soportal y en su interior nos encontramos una mesa con un sello para estamparlo
en las credenciales.
Tras recorrer una pequeña zona de
toboganes y pasar por dos pueblos y una pequeña calzada romana, nos encontramos
con un puente medieval sobre el río salado. Toca sesión de fotos.
Puente medieval |
El paisaje ha variado con respecto a la
primera etapa, pero las constantes subidas y bajadas no ha desaparecido. Así
llegamos a Lorca y decidimos hacer un pequeño descanso. Junto a los
tres riojanos, está haciendo el Camino el padre de Diego, pero rueda mas
tiempo por la carretera, agrupándose a nosotros en algunos pueblos.
Dejamos Lorca y el camino
discurre muy próximo a la N-111, con constante toboganes. En una de las
fuertes bajadas, con muchos riscos en forma de discos, Diego pierde
el control y cae el suelo. Por suerte, ni a él ni a su bicicleta les pasa nada,
salvo algunos dolores musculares. El camino te enseña que en ningún momento hay
que perder la concentración, y, a veces, es mejor bajar andando por zonas tan
complejas como ésa.
Llegamos a Estella y la belleza
del pórtico de la Iglesia Parroquial del Santo Sepulcro, frente al río
Ega, nos hace pararnos y llevarnos unas fotos de recuerdo.
Iglesia Parroquial del Santo Sepulcro (Estella) |
Pórtico |
Río Ega (Estella) |
Voy comprobando la diferencia de ir
pedaleando solo o hacerlo en grupo. Cuando ruedas solo el tiempo cunde mucho
más y pierdes menos el tiempo, a pesar de que voy parando para ver zonas que me
llaman la atención. Pero cuando vas en grupo, las paradas son más habituales,
bien para reagruparse, bien por problemas mecánicos o musculares, o bien para
desayunar en condiciones. Y esto último es lo que toca hacer en Estella.
Con Pedro, Diego y Javi, tres fenómenos (Estella) |
En Estella perdemos mucho tiempo
esperando al padre de Diego, y tras la larga espera, continuamos la marcha,
llegando a uno de los lugares más peculiares de esta etapa. Las Bodegas de
Irache. Es tradición pararse a degustar de "la fuente del vino".
Curiosa fuente que dispone de dos caños; uno da agua, y el otro vino. Hay que
pararse a la fuerza.
Fuente del vino |
Cuando estamos saliendo de la zona de las
bodegas, Pedro y yo tenemos que seguir esperando. Llevamos mucho tiempo
perdido. Pedro se siente preocupado por el tiempo que estoy perdiendo
y me pide que continúe, y que más tarde nos encontraremos. Así lo hago, pero no
volveré a verles más. Quizás este aspecto es una de las cosas negativas que me
voy a llevar del Camino. Muy buena gente este grupo de riojanos.
A partir de este momento, ruedo solo. El
Camino me regala pistas anchas que requieren poco esfuerzo, pero el calor
aprieta. Son las 14:00 y llego a un pueblecito llamado Sansol. Mi
planteamiento es llegar a Logroño. Renuevo agua en una fuente y reservo
por teléfono albergue. Como aún me quedan unos cuantos kilómetros, decido para
a comer algo en el Albergue Sansol, y posteriormente seguir mi camino.
Albergue Sansol |
Con bastantes kilómeros para acabar,
decido hacer caso a las indicaciones de la Guía Bicigrino y el tramo
entre Sansol y Viana lo hago por carretera para evitar unas
zonas de barrancos y toboganes muy exigentes. A cambio, debo de cubrir una
distancia de 11 kilómetros, subiendo un puerto y por una carretera muy sinuosa.
Y lo que son las cosas, en plena ascensión
y bajo la sombra de un árbol, me encuentro a una ciclista descansando. Se trata
de la mujer que vi por la mañana en el albergue de Puente la Reina. Como
no dispone de alojamiento, le facilito el teléfono del albergue que recomienda
la Guía, y le deseo suerte en la ascensión.
Tras coronar el puerto, una rápida bajada
me lleva hasta Viana. El camino me indica entrar en el pueblo. Pero como
ya le vi el día que llegué en autocar, continuo bordeándolo por
la carretera y retomo el camino pasado el pueblo. La zona no ofrece dificultad
y me permite adelantar a un peregrino francés que hace el camino andando junto
a su burro y a un perro. Curioso.
Antes de llegar a Logroño, una rápida
bajada me conduce hasta uno de los personajes clásicos del Camino. Felisa
"la de los higos". Frente a la puerta de su casa tiene montado un
pequeño puesto con recordatorios y te permite sellar tu Credencial. Me llevo
tres recuerdos de ese lugar. El sello, una concha de vieira que me va a
acompañar el resto del camino colgada en mis alforjas, y una fotografía de este
lugar.
Poco me queda para acabar esta etapa. Sigo
bajando y ya veo al fondo Logroño. Con facilidad llego hasta el río
Ebro, y ese momento hay que inmortalizarlo.
Río Ebro (Logroño) |
Cruzo el puente y entro en la ciudad, pero
dejo el camino y voy en busca del albergue. No sin dificultad, consigo
encontrarlo. Hoy me voy a alojar en el Alberque ALBÁS.
Dicen que hacer el camino en bicicleta es
hacerlo solo y que no se coincide con muchas personas. Hasta el momento, y
aunque el camino es muy largo, el Camino va haciendo coincidir a los peregrinos
que van en bicicleta. Cuando me estoy alojando, veo llegar a la mujer que
encontré parada en la carretera. Pero lo que me sorprendió fue que, en el grupo
de dos literas donde me instalé, las otras tres camas estaban ocupadas por los
tres ciclistas con los que coincidí en la nave de Roncesvalles y a los que
di agua para empezar su camino. ¡¡Qué sorpresa!!.
El Camino les ha puesto nombre, Paco,
Javi y Pedro, de Villarreal. Además, puso nombre a la mujer, Carmen,
de Cataluña.
Tras instalarme, decidí dar un paseo para
ver el casco antiguo de Logroño, aunque a esa hora la zona de terrazas
estaba algo vacía. No obstante, me acerqué hasta la Catedral y zonas
colindantes.
Catedral de Logroño |
Iglesia de San Bartolomé |
Cuando vuelvo al albergue, decidimos Paco,
Javi, Pedro, Carmen y yo irnos a cenar juntos. Cada uno tiene un
planteamiento para el día siguiente, pero es agradable planificar el recorrido
del día siguiente, perfiles, localidades, posible lugar para finalizarlo, etc. Así
es el Camino.
FACEBOOK:
Segunda etapa y ya estoy en Logroño con
75 km en las piernas. Jornada de calor extremo y caminos secos. Mucho desgaste
para todos los toboganes que me he encontrado y no aparecen en las guías; y
cuando aparecen fuertes subidas en los planos, son aún peores.
La predisposición de los peregrinos, y en
particular de los ciclistas para entablar conversación, tomarte unos pinchos o
irte a cenar no la he visto en mi vida. Cordialidad, buenos modos, y siempre
con una sonrisa en la cara, a pesar de las palizas físicas de los dos primeros
días.
El Camino es especial. Hay que vivirlo.
Cualquier sensación que te cuenten, tú también la has sentido. Disfrutas desde
que abres los ojos hasta que por la noche preparas el material para el día
siguiente. Ahora toca descansar.
DATOS DEL RECORRIDO:
Total kilómetros: 74,60
Tiempo total invertido: 8 h 25' 08''
Tiempo en movimiento: 5 h 37' 01''
Tiempo detenido: 2 h 48' 07''
Velocidad media en movimiento: 13,30
km/h
Desnivel acumulado ascendiendo: 1378 m.
Desnivel acumulado descendiendo: 1309
m.
Altitud máxima: 671 m.
Altitud mínima: 318 m.
PERFIL ALTIMÉTRICO
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