ETAPA 0


Dentro de las etapas que van a distribuir el recorrido de mi camino, he querido comenzar por una ficticia Etapa 0 para agrupar en ella los prolegómenos que anteceden al primer día de ruta.  

Como sabía cual era el punto de inicio de mi camino, decidí reservar cama en el Albergue de Peregrinos de la Colegiata de Roncesvalles para tener asegurada la cama de mi primera noche.

Con un mes de antelación, y para asegurar el traslado de la bicicleta, compro el billete de autocar en la empresa PLM y una plaza para la bici con destino a Pamplona. Desde allí, tendré que comprar en ventanilla otro billete para subir a Roncesvalles.

Otro punto importante que quise dejar solucionado antes de la partida era conseguir la Credencial del Peregrino. Dos lugares existen en Madrid para poder hacerte con esta Credencial. El primero es en la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Madrid, situada en la calle de Carretas 14, 7º-B. Es un centro autorizado y una persona puede recoger varias credenciales presentando los documentos de identidad. El centro oficial de expedición de credenciales en Madrid es la Real Parroquia de Santiago y San Juan Bautista, sita en la Plaza de Santiago, siendo éste el lugar donde se encuentra el Km. 0 del Camino de Madrid. Decido conseguirla en este último lugar.

Pero ¿Qué es la Credencial del Peregrino?

La Credencial del Peregrino, según explica la misma Real Parroquia, es un documento personal e intransferible de cada peregrino que le identifica como tal, y donde se van sellando las etapas que éste recorre hasta llegar a Santiago de Compostela. Con este documento se acredita que se es merecedor de "la Compostelana" o "Compostela", cuyo requisito es recorrer más de 100 km andando o 200 km a caballo o en bicicleta.

Además, es necesario llevar esta Credencial porque en la mayoría de los albergues la utilizan para registrarte; y muchos de ellos, la requieren para poder albergarte.

La Compostela es el documento acreditativo de haber realizado el Camino de Santiago; y su texto en castellano dice así:


 El Cabildo de esta Santa Apostólica y Metropolitana Iglesia Catedral Compostelana custodio del sello del Altar de Santiago Apóstol, a todos los Fieles y peregrinos que llegan desde cualquier parte del Orbe de la Tierra con actitud de devoción o por causa de voto o promesa peregrinen hasta la Tumba del Apóstol, Nuestro Patrón y Protector de las Españas, acredita ante todos los que observen este documento que: D. …………… ha visitado devotamente este sacratísimo Templo con sentido cristiano (pietatis causa).


En fe de lo cual le entrego el presente documento refrendado con el sello de esta misma Santa Iglesia.
 Dado en Santiago de Compostela el día.........mes...............año del Señor..........



El Canónigo Diputado para los Peregrinos


Portada

Reverso


Y sin darme cuenta, llega el día previo a mi marcha. El día en el que tengo que organizar y guardar todo lo preparado hasta ese momento. El día de los nervios.

Todo lo que guardo en las alforjas va protegido con bolsas de plástico y cerradas con gomas. Aunque, supuestamente, las alforjas son impermeablesy tienen su funda, tengo que evitar que el contenido se moje si me sorprende una fuerte tormenta. Además, es un buen sistema de clasificación de todo el material.

Alojo en la bolsa del manillar la comida energética, la protección solar, toallitas, llaves, la Credencial, el gps y el cuantekilómetros, y las fichas del recorrido. Instalo los dos candados, las botellas, la esterilla de espuma, y ajusto las alforjas y la bolsa del manillar. Entonces, me quedo mirando la bicicleta impoluta en el salón de mi casa con toda su equipación nueva y brillante y me doy cuenta que mi sueño, el viaje que me ha tenido ilusionado durante tanto tiempo, va a empezar. Ahora solo falta conciliar el sueño y madrugar; no sin antes despedirme de mi mujer y mis hijas.







DÍA DE PARTIDA


No dejo que suene el despertador. Son las 5:00 de la mañana. La excitación por salir es muy grande. Últimos preparativos y un buen café. No olvidaré nunca la sensación cuando cerré la puerta de mi casa. A partir de ese instante, todo lo que iba a vivir era nuevo. Vuelven las dudas y la incertidumbre. Pero la ilusión es mucho mayor. Un paseo hasta el Metro y me desplazo hasta Avenida de América para coger el autocar.




Vuelvo a desayunar y me obligan a desmontar la rueda delantera y tapar la bici con la funda. Cuando arranca el autocar la emoción me supera. Ya no hay vuelta atrás. La M-30 está colapsada y mi viaje acaba de empezar. Me voy de Madrid para cumplir mi sueño. El subconsciente no para. Mil ideas y otras tantas preguntas me rondan la cabeza y me entretienen durante muchos kilómetros. Pero es a partir de Burgos cuando empiezo a "oler" el camino. El paso por los Montes de Oca me deja ver a los peregrinos y ciclistas que recorriendo el camino hacia Burgos. La emoción es más fuerte, se que en tres días pasaré por ahí. Empiezo a mirar planos, guías, etc. Pensé que me iba a dormir, pero llego a Pamplona a las 13:20 h. Compro el billete a Roncesvalles en la empresa Artieda, dado que no me dejaban hacerlo por Internet con la bicicleta. Sale a las 18:00 h. Decido ver Pamplona y comer.


PRIMER Y ÚNICO PROBLEMA

Salgo de la estación y, en la explanada de la Ciudadela, ajusto las alforjas y me dispongo a recorrer Pamplona. Pero.... los talones golpean en las alforjas y no puedo pedalear. Varios días estuve probándolas en Madrid, pero en la revisión final me reajustaron las alforjas porque las instalé al revés, y no volví a montar.


Malamente las desplazo con la cuerda que llevo. Recurro a la Guía de Bicigrino y localizo un taller. Con dificultad en el pedaleo encuentro la tienda, pero ya está cerrada. Toca hacer tiempo y comer. Decido recorrer toda las calles de los encierros, empezando por la Plaza del Ayuntamiento, Santo Domingo, Mercaderes, Estafeta y llego al callejón de entrada a la Plaza de Toros. Visito la Catedral, la plaza del Castillo, las murallas, etc... Y descubro lo práctico y rápido que se ve una ciudad en bicicleta.


Ayuntamiento de Plamplona



Calle Estafeta



Cara a cara con un morlaco



Calle Estafeta






Entrada al callejón de la Plaza de Toros


Plaza del Castillo



Catedral



Murallas

Acabo de descubrir dos cosas, no voy a ganarme la vida haciendo selfies y viajar solo con la bicicleta acarrea problemas. El ambiente del casco antiguo de Pamplona es genial. Lleno de bares, mesones, restaurantes... Pero tengo que encontrar un lugar donde comer y tener controlada la bicicleta. Así que opto por uno en la Plaza del Castillo. La bicicleta siempre estará conmigo y no puedo perderla de vista. Esta es una limitación con la que tengo que convivir durante este viaje.


Llego a la tienda-taller 2 ESKUA, en la calle Carmen nº 17 y muy cerca de la muralla, la Catedral y la calle Estafeta. Me sorprende la amabilidad del personal y descubro que es una tienda especializada en alforjas y portabultos (ellos lo llaman parrillas). En un momento me solucionan el problema adaptando unas guías y desplazando "la parrilla". Prometo pasar a saludarles al día siguiente.

A las 18:00 arranca el autocar con destino a Roncesvalles. He tenido que desmontar las alforjas y la rueda delantera. Las bodegas del bus están llenas de bicicletas, alforjas y mochilas. Todos vamos a empezar nuestro camino, y la ilusión y alegría está en el ambiente.

El viaje se hace largo. Pasa por todos los pueblos y los paisajes y las sinuosas carreteras me entretienen hasta llegar a Roncesvalles.


RONCESVALLES


Son las 19:30 h. Doce horas desde que arrancó el bus en Madrid, y está lloviznando. Me quedo solo con los últimos ciclistas montando las bicicletas y antes de registrarme quiero hacer las dos fotos que han rondado durante todo el viaje por mi cabeza.




Mi reto


El principio de mi Camino

Me sorprende el silencio de toda la zona. Hay algo especial en el ambiente. La altura, la humedad, los Pirineos, la antigüedad de sus edificios, etc... Ya le dedicaré tiempo mas tarde. Toca registrarse.


Otra sorpresa. Todos los hospitaleros son extranjeros con un fuerte acento anglosajón al hablar castellano. Me piden la Credencial, la sellan y me asignan cama en la primera planta. Pido la clave wifi y me instalo en mi "primera cama".









Es una gran nave diáfana con compartimentos de cuatro camas con sus respectivos armarios. Muy nuevo y cuidado. Buenos baños y aseos. Ahora toca ver la zona.

Aprovechando que va a empezar la misa del Peregrino, fotografío sin gente lo más principal del lugar. Insisto, el silencio es espectacular. te sobrecoge.





Acceso a la Real Colegiata de Roncesvalles


Colegiata


El albergue


Real Colegiata e Iglesia de Santiago


Iglesia de Santiago (S. XIV) y Silo de Carlomagno (S. XII)


Iglesia de Santiago (S.XIV)

Voy con la intención de cumplir con la mayoría de las tradiciones del Camino. Quiero vivirlo, sentirlo e integrarme en él. A las 20:00 se celebra en la Colegiata la Misa del Peregrino, y aunque no voy a realizar este camino por convicciones religiosas, quiero verlo.


Siguen las sorpresa. El lugar es precioso, por su antigüedad y orientación. Pero, un porcentaje muy alto de los asistentes son extranjeros, caminantes o ciclistas. Por sus rasgos intuyo que provienen de muchos países. La misa la dan tres sacerdotes y en varios idiomas. Para finalizar, nos hacen acercarnos al altar y nos dan la "bendición del peregrino" para desearnos suerte en el camino que al día siguiente vamos a comenzar. Realmente, el ambiente y el silencio me sobrecoge.









Tras finalizar, y como está lloviznando, decido volver al albergue y cenar algo. Y vuelvo a sorprenderme. En una gran sala de comedor descubro que da igual la nacionalidad o la forma de emprender el camino. Todas las personas que están cerca de mi me preguntan, me cuentan sus intenciones, hablamos del camino. Hay una predisposición para dialogar que pocas veces he visto. Te das cuenta que eres un peregrino mas, y que has entrado en sintonía con todos los que te rodean. No tienes la sensación de estar solo, aunque tu familia y amigos estén muy lejos de este lugar.

He comenzado a vivir y sentir este ambiente. Ahora toca descansar y, si es posible, dormir. Mañana es el gran día.

FACEBOOK

Ahora queda muy poco. Con la Credencial del Peregrino en el bolsillo, solo falta esperar para comenzar esta pequeña locura. Roncesvalles-Santiago. Casi 800 kilómetros acompañado sólo con mi bicicleta.

Este es el reto. Llovizna en Roncesvalles. El lugar tiene un aroma especial. Ya nos han dado la bendición del peregrino, y mañana empieza mi camino. Ya no hay vuelta atrás. Espero dormir algo esta noche.


1 comentario:

  1. Hola Gerardo,leyendo esta etapa 0 me emocione! soy Claudio de Marcos Juarez, Córdoba, Argentina, y hace un año ya que tenia en mente hacer el camino, y este año 2018 me propuse hacerlo. he viajado 2 veces a europa, pero nunca hice cicloturismo alla, deporte del cual cual soy aficcionado y practicante, asi que sacare toda la info posible de tu blog, y seguramente te preguntare algo!! Excelente relato!!!

    ResponderEliminar